¡Hola hola querida buscadora! 🔎
¿Cómo estas? Hoy quiero compartir contigo un blog muy especial, generalmente comparto rituales o herramientas para liberarnos, olvidar, perdonar, pero ¿qué tal que, no quieres olvidar?, ¿qué tal que la experiencia fue tan hermosa que la quieres recordar toda tu vida? Es por eso que, me gustaría dedicar este blog a esos amores bonitos que llegan cuando menos lo esperamos, cuando estamos sanando y no buscando. Amores que acarician nuestras heridas y nos enseñan que el amor verdadero, aunque fugaz, es posible. Es un momento para agradecer a esas personas que tocan nuestra alma, que nos devuelven la fe y nos muestran que el amor puede ser leal, honesto, tierno y maravilloso. Te invito a leer este artículo con el corazón abierto y a recordar a esos amores que, aunque pudieron ser breves, fueron transformadores en tu vida. 💖
Hay amores que llegan como de puntitas, en silencio, sin avisar, sin grandes declaraciones, y sin promesas eternas. Son esos amores bonitos, los que aparecen en el momento menos esperado, cuando no los estás buscando, pero justo cuando más los necesitas. Esos amores que acarician tus heridas mientras sigues sanando, y que sin quererlo, se vuelven bálsamo para tu alma.
Nos enseñan que, aunque hayan sido breves, hay relaciones que llegan para iluminar nuestro camino y recordarnos que el amor todavía puede ser leal, honesto, tierno y maravilloso. Estos amores no siempre se quedan, pero dejan huellas que perduran en nuestro corazón para siempre.
Cuando el Amor Llega a Sanar
Después de vivir tantas tormentas emocionales, es fácil volverse escéptica, perder la fe y cerrar el corazón. Pero, de repente, aparece alguien que, con su sola presencia, comienza a sanar lo que creías irremediablemente roto. No llegan a salvarnos, porque nadie puede hacer eso por nosotros, pero sí nos acompañan en el proceso de reconstruirnos, nos miran con ternura y nos recuerdan que todavía somos dignos de amor.
Esos amores bonitos no siempre se encuentran en las historias que soñamos, ni se ajustan a los cuentos de hadas, pero sí son reales, puros y sinceros. Se presentan sin exigir nada, y nos muestran lo hermoso que es sentir de nuevo, sin miedo y sin reservas.
No todos los amores están destinados a quedarse para siempre, y eso está bien. Algunos simplemente vienen a darnos la mano en el momento adecuado, para ayudarnos a cruzar un puente emocional o para recordarnos que el amor verdadero existe. Quizás esos amores fugaces no formen parte de nuestro futuro, pero siempre serán una parte importante de nuestra historia.
Hoy es un buen momento para agradecer a esas personas que tocaron nuestra vida y que fueron trascendentales, porque nos enseñaron algo muy valioso: el amor bonito es posible. Es leal, es honesto, es tierno y maravilloso, aunque su paso por nuestra vida sea breve. Ellos nos devuelven la esperanza y nos animan a seguir abriendo el corazón.
Un Amor Bonito Siempre Valdrá la Pena
Es fácil enfocarse en lo que se perdió o en lo que no duró, pero hoy quiero invitarte a cambiar la perspectiva. Piensa en lo que ese amor te dio, en lo que te enseñó, en la forma en la que te hizo sentir, aunque solo haya sido por un instante. Permítete agradecer sin resentimientos, sin apegos, solo con gratitud por haber vivido esa experiencia tan única.
Esos amores bonitos son como rayos de sol en días nublados; aunque el cielo vuelva a llenarse de nubes, siempre nos quedará la calidez de haber sentido su luz. Nos muestran que el amor no necesita ser eterno para ser significativo, y que a veces, los momentos más pequeños y fugaces son los que más nos transforman.
Un Momento de Gratitud
Así que, si alguna vez un amor bonito tocó tu vida, hoy es el día perfecto para agradecerle, desde tu corazón, por haber sido parte de tu viaje. Agradece a esas almas que llegaron sin avisar y que con su ternura y su sinceridad, te ayudaron a recordar que el amor bonito, ese que tanto soñamos, sí existe. Y aunque hoy ya no estén a tu lado, su impacto en tu vida siempre será un testimonio de que el amor verdadero, aunque sea fugaz, vale cada segundo vivido.
En cada uno de esos amores, por más breve que haya sido su tiempo, encontramos un pedacito de cielo. Agradezcamos su existencia, y llevémoslos en el corazón como recordatorio de que el amor puede ser todo lo que imaginamos: leal, honesto, tierno y maravilloso. Y sobre todo, agradezcamos a la vida por darnos la oportunidad de volver a creer.
Cuéntame, ¿Te gustó el blog?, ¿Ya viviste un amor bonito? ¿Quieres agradecerle a alguien? déjame saber en los comentarios...
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